Desde el día 18 de gestación, el cerebro fetal comienza a desarrollarse, formando las células nerviosas que posteriormente originarán a las neuronas. Durante este proceso, el embrión produce más células neuronales de las que necesitará al nacer, muchas de las cuales morirán si no son correctamente estimuladas. Por eso, la estimulación prenatal es esencial para ayudarle a potenciar su inteligencia. Asimismo, la alimentación de la madre durante el embarazo, influirá en el desarrollo del cerebro del futuro feto.
El cerebro es el órgano más complejo del feto, se desarrolla a partir de un abultamiento en un extremo del tubo neural. A medida que las células nerviosas unen sus fuerzas, las diferentes partes del cerebro asumen las distintas funciones del prosencéfalo, mesencéfalo y cerebelo. En cuanto esto sucede, ya se puede decir que la estructuración básica del sistema nervioso fetal está en posición.
Durante el segundo trimestre, el sistema nervioso sigue siendo relativamente inmaduro. La primera actividad cerebral que se registra se produce a las 7 semanas, coincidiendo con los primeros movimientos fetales. Las ondas cerebrales se vuelven más regulares después de las 10 semanas. La primera distinción de los tipos de ondas cerebrales (que dependen de su longitud de onda) se produce a las 20 semanas.
Las neuronas del bebé se multiplican a un ritmo de 250.000 por minuto. Estas células están conectadas a millones de axones (las prolongaciones neuronales que transmiten los impulsos nerviosos desde los cuerpos celulares) a modo de un entramado de cables en un circuito. Hacia la semana 25 la mayoría de los axones ha llegado a su destino.
Durante el desarrollo, el cerebro produce el doble de células de lo que necesita el bebé. Billones de ellas están laxamente conectadas y necesitan ser estimuladas para establecer conexiones firmes con otras. El exceso de células que no sea estimulado no se conectará y morirá. Se trata de un proceso natural que tiene lugar en torno al octavo mes, de modo que no hay que esperar a que nazca el bebé para empezar a estimularlo, cuantas más conexiones se produzcan en el útero, menos células nerviosas morirán.
Alrededor de la semana 27 la superficie cerebral aumenta, pero sigue siendo lisa. Se produce un brote de crecimiento para aumentar el número de neuronas, desarrollar las dendritas (las proyecciones del cuerpo celular que reciben los impulsos de otras neuronas), aumentar las conexiones sinápticas (descargas químico-eléctricas que liberan neurotransmisores) entre las neuronas, y desarrollar las vainas grasas de mielina (una capa aislante que se forma alrededor de los nervios permitiendo la transmisión rápida y eficiente de impulsos a lo largo de las neuronas) que protegen los axones.
En la semana 30 la superficie cerebral ya ha formado surcos y circunvoluciones poco profundas y se parece a una nuez. Estas ondulaciones aumentan espectacularmente la superficie del cerebro, de modo que caben y pueden conectarse más células.
Una semana después las neuronas superfluas comienzan a morir en forma programada, con el fin de proteger y conservar rutas neuronales de utilidad. Alcanza su máximo cuatro semanas antes del nacimiento. Las neuronas que mueren se consideran superfluas por no haber sido estimuladas adecuadamente.
En la semana 36, el sistema nervioso está completamente desarrollado y el cerebro posee 100 billones de neuronas.
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